A veces Madrid se quita el sobrio traje gris para lucir su lado más cálido. Y los que tenemos la suerte de darnos cuenta del cambio caminamos por el filo las aceras como funambulistas, atentos a la señal que nos haga saltar al vacío. La luz siempre fue contagiosa.
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Madrid se despierta vital, estira sus brazos y de un bostezo enciende la vida. Sus calles son venas y arterias por donde el flujo de gente fluye en riadas. Madrid es luz, ruido, colores, plazas, parques, calles estrechas y grandes avenidas. Madrid inspira canciones, regala argumentos y teje tramas imposibles. Madrid se desliza entre sus paseantes y se les va colando lentamente, sin que te enteres, como por "casualidad".
Madriz es la noche eterna que nunca acaba. Es un cerrar a medias las persianas, un "no molesten" colgado a altas horas de la madrugada. Madriz puede atraparte con premeditación o ser tu mejor improvisación. Ya lo cantó Sabina, "allí donde regresa siempre el fugitivo" .. por eso la noche se llena de personajes con vidas infinitas a sus espaldas. Madriz es el pulso que se ralentiza sin llegar a parar, porque Madriz no duerme, sólo descansa lo justo para volver a bostezar y volverse Madrid.
MADRID
Creo que le debía este homenaje.
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