El Escorial

Tengo la enorme suerte de vivir a diez minutos de El Escorial. Una suerte escogida, sí, es cierto, pero lo es así que trato de disfrutarlo todo lo que puedo. Y desde que vivo en la sierra, este pueblo y sus rincones, se han vuelto uno de mis "refugios". Son ya unas cuantas mañana de invierno leyendo la prensa o un libro, o simplemente disfrutando o haciendo fotos, sentada en el suelo de la Lonja del Monasterio de El Escorial.

He paseado con muchos amigos que se acercaron a Madrid de visita. He esperado la salida de los "Reyes Magos" con mi hijo unos cuantos años. He escuchado incluso algún concierto. Lo he visto nevado, lleno de luz y sol y diluviando.

Parte de mis sesiones de fotos más personales están hechas en sus alrededores. Digamos que he desperdigado unas cuantas sonrisas por ahí ...

Pero de todos sus momentos, sin duda, me quedo con los paseos de otoño.

Este domingo agarré mi cámara de fotos, las gafas de sol y me perdí una vez más por sus callejones. Esta vez El Escorial me recibió con los colores a punto de explotar ... así que tendré que volver ... y volver, y volver .. porque entre paseos, encuentro inspiración y paz.

Así he visto El Escorial en otras ocasiones ....

A ras del suelo ...

    

Con H ...

Con niebla ...

Y en muy buena compañía ...

Otro día ... sus alrededores 

 (... ...)